Cómo se aprende Matemática
La matemática es una actividad social y por lo tanto construida por hombres. Consideramos entonces que la Matemática es una ciencia que todos pueden comprender, incorporar y usar. Para lograrlo debemos generar en las aulas espacios y condiciones para que los y las estudiantes puedan, a partir de la resolución de problemas, construir conocimientos y apropiarse de conceptos y procedimientos propios del quehacer matemático. Para construir el sentido de un concepto es necesario no solo reconocer las situaciones para las cuales es útil, sino también reconocer sus aracterísticas y sus limitaciones. Comprender el sentido de un concepto implica entonces comprender en que condiciones se verifican propiedades, por qué se verifican, cómo se relacionan los conceptos entre sí, cuáles son las formas de representación más útiles para obtener información, cómo se valida la respuesta, etc. Para lograrlo, es necesario generar en el aula un clima de dialogo, debate y confrontación de ideas en el que los estudiantes se sientan cómodos para intercambiar ideas, para equivocarse, para decir que no se comprendió, para buscar nuevas estrategias… Debemos preparar estudiantes para el momento que les toca vivir y, es por ello que necesitamos no solo preocuparnos por que aprendan los conceptos, sino que desarrollen capacidades requeridas para el siglo que les toca vivir. Entre ellas fundamentalmente consideraremos: Resolución de problemas, Comunicación oral y escrita, pensamiento crítico y trabajo con otros.
Resolución de problemas
En la clase, los estudiantes deben poder enfrentarse a situaciones que les representan desafíos, que, en principio, no saben resolver. Por lo tanto, se deben proponer situaciones problemáticas cuya respuesta no resulte obvia. Un problema es una situación que admite diversas estrategias de resolución, y esto implica que el alumno deba tomar decisiones. Para resolver un problema el estudiante debe movilizar conocimientos disponibles, reconocer aquellos que son necesarios, elaborar posibles soluciones y construir nuevos conocimientos. Los problemas se reconocen como situaciones que no se resuelven de forma única y que constituyen una novedad para los alumnos. Es decir que, para resolver la situación los alumnos tienen que entender lo que se les pide que averigüen, tienen que poder esbozar algún proyecto de resolución, aunque no sea el correcto. Es por esto que, para que una situación a resolver sea un problema, debe ser para un alumno o un grupo de alumnos un obstáculo a resolver. No tiene que ver entonces con el contexto sino con la relación entre los estudiantes y la situación. En síntesis, un problema es cualquier situación que estimule a los y las estudiantes para que piensen estrategias, analicen las de sus compañeros, y justifiquen sus procedimientos.
Pensamiento crítico
En las clases, los estudiantes deben poder buscar estrategias propias y adoptar posturas fundadas respecto a la resolución de una situación. Esto supone que deben analizar e interpretar datos, construir propiedades y argumentar acerca de la veracidad o no de ellas. Estas son formas en las que se desarrolla el pensamiento crítico.
Comunicación
En matemática la comunicación es fundamental. Esto incluye la capacidad de leer, interpretar o representar información, implícita o explícita, proveniente de diferentes fuentes de datos. Es necesario trabajar en el aula los distintos registros de representación (simbólicos, gráficos, tablas, textos, etc.) y que los estudiantes puedan pasar de uno a otro sin dificultades e interpretar cuál es más conveniente dependiendo de la situación que deben resolver. También es necesario trabajar la capacidad de escuchar, comprender y expresar conceptos, y argumentos tanto en forma oral como escrita.
Trabajo con otros
Uno de los desafíos de la educación secundaria, también es enseñar a trabajar con otros. Situación que forma parte, en muchos casos, de las demandas de la vida laboral adulta. La escolaridad es el espacio más propicio para se produzcan las interacciones entre pares en el contexto de la enseñanza de las disciplinas. Las interacciones con los pares permiten que los estudiantes entiendan las consignas de una tarea, confronten las respuestas elaboradas individualmente y seleccionen la estrategia que les parece más adecuada, la comuniquen y la defiendan; sean capaces de descentrarse de su propio procedimiento de resolución, la cuestionen y la modifiquen, si fuera necesario, y aprecien los elementos positivos de otras propuestas. Estos intercambios son sumamente ricos, dado que la confrontación de ideas con los pares habilita más posibilidades de discusión, porque los chicos tienen todo el mismo estatus.
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